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lunes, 23 de febrero de 2015

The Disappearance of Eleanor Rigby: Ned Benson (2014)


El final de una relación que ha durado años. El punto de quiebre final, el devenir, de una relación.
Una noche después de mucho tiempo recibes una llamada, contestas, al otro lado del teléfono nadie habla, escuchas el silencio, luego cuelgan.

Los objetos materiales que quedan: los muebles, una silla de lectura, los juguetes, el vacío de un espacio y una convivencia. ¿Hasta qué extremos puede llegar una relación; cuál es su punto de
 quiebre? Los problemas, varios que destruyen a una relación, los hechos, sucesos, y circunstancias, que hacen,  que una relación de pareja, no aguante más y se quiebre, en dos partes.

El proceso de separación. Sólo tenemos un corazón ¿cómo lo cuidamos?
Entre la mutación se crea un espacio, una distancia inevitable inalterable, un refugio marcado y lleno de espinas.
 Una relación de pareja, siempre será compleja, la flexibilidad y comprensión pueden ser pilares de algo sólido, más aún, la corriente de la vida puede romper esos pilares, sin saber lo que pasó.
El desgaste, humano que conlleva convivir y trascender junto con una persona, en el tiempo.

Las amistades; un refugio, lleno de momentos, de conflictos, honestos y asertivos, la apertura para compartir nuestros problemas, el dolor, de una manera honesta y abierta.
Todos tenemos experiencias, además de historias distintas, que contar.
Es  importante escuchar, con sinceridad, y hablar con transparencia y profundidad.
El refugio, de los amigos es necesario.
La soledad y la distancia, es el fuerte , la torre blindada entre las nubes azules de la gente.

 Aparte de los amigos, esta nuestro entorno exterior, las relaciones de trabajo, en lo cotidiano; la relación siempre transcendental con la familia.
Estar herido y cerrado, las actitudes que crea el dolor, para con los otros.
La gran pregunta. ¿Que hacemos cuando realmente amamos a una persona, cual sea su género?
Al contrario de encerrarnos, quizá abrirnos, comunicar los sentimientos, nos acercaría de una manera distinta.
Pensamientos y valores que se crean durante una relación, tal vez el amor es como una guerra, donde todo es admisible, mutable, aceptable, pero intolerable, ¿Hasta qué punto?
Nuestros actos y expresiones, bajo la sombra del dolor, son reivindicados.
La mente y sus voces, que salen de películas quiméricas, creadas bajo el lente del sufrimiento, después de  perder a  alguien.

Buscar un consejo, de un padre, quizá cambiaría la perspectiva en un giro mas asertivo.
Nuestros proyectos personales, en consecuencia, las relaciones espontaneas que tenemos con otras personas, también hace la diferencia. A la larga, la vida es un solo cuadro, y somos actores en el tiempo.
Todo el contexto de vidas y circunstancias externas, que es la vida, en relación con el mundo y las personas que lo habitan.

Días, horas, noches y años enteros, que pasamos pensando en esa persona, un hechizo iluminado bajo la luz de la luna.
El amor es una luz en la oscuridad, pretender estar bien, ser fuerte y salir con las heridas grandes que trae su vacío. En el centro del alma, la tormenta es de colores eléctricos que electrocutan los sentidos.




 Un evento inesperado, cambia la vida y el matrimonio de una pareja, que vive en la ciudad de Nueva York. Los cambios en una relación,su reacción a la sensibilidad cotidiana de nuestras vidas, proyectos y metas.

Dirección: Ned Benson
Guión: Ned Benson
Cast: James Mc Voy, Bill  Hader,Viola Davis, Jessica Chastain

Santiago Salvador
2015





























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