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sábado, 17 de septiembre de 2016

El faro

Cuando cae la noche, libélulas revolotean dentro de tú alma
Tu soledad está lejos del faro, su fulgor íntegro, enmarañado en tu conciencia
Imperceptible, entre el calor del sol y la electricidad de la luna, aislada
El faro te espera al amanecer, expresión etérea fraguando las sendas de tu vida
En las lejanías más vastas, más allá de la verdad desconocida
Más allá de las estrellas desterradas, desorientadas
Más allá de los inmensos páramos, las palabras son recónditos embriones de luz
Más allá del altar máximo de la fobia, caigo en picado al meollo de mis sueños
Más allá de órbitas infinitas, la insondable oquedad se perturba en tristeza
En un lugar donde nadie vive, la luz del faro refleja el estoicismo de tus miradas
Donde las pesadillas de los niños, merman en nubes de colores
Donde el tiempo palpita en el  frío, los designios se agrupan al borde de un precipicio
Donde duerme la venganza, permanecen  fantasmas celosos y macabros
Donde la rebeldía se estaciona en legiones de espíritus, confinados en la noche
Más allá de planicies colmadas de infinitos secretos, erosionan  rocas milenarias
Vapor de estrellas, encausa un astro endemoniado, rutilando distante en la galaxia
Cristal férreo forjado en la vesania de la aflicción y la utopía
En los arcanos de la memoria se escuchan los lamentos del desamor
El resplandor de tus historias desbocando sobre el riachuelo negro del alma
En la vacuidad profunda, inmensurable del silencio nacen las hazañas del fuego
Más allá de todo, está la luz del faro aguantando entre sombras, iracundas
En la médula de la injusticia, la luna brilla en dimensiones relegadas por las aves
En el núcleo de la selva, yacen en cuevas, tinieblas de fe renovada
Más allá de las fuentes inexploradas, bajo los bosques con sus sabios manantiales
Un faro prominente, impasible ante el sufrimiento, todo lo ilustra, lo redime
El faro es la vida misma destellando su llama inequívoca
El faro en su cúspide, manifiesta el resplandor, las sombras de un naufragio

Santiago Salvador
2016












sábado, 10 de septiembre de 2016

Estrella suprema

La mutación del corazón oscila entre edificios y momentos incisivos
Un espectro sonriente, redituando artificios mágicos
Leyendo las lineas del averno; escribo mi verdad en la páginas del cielo
Cuando era un niño, vi un demonio, mi espíritu se colmó de fuego
Desde entonces, mi corazón permaneció eterno en la profundidad del universo
La rebelión de la luna iluminó mi mente, una noche de martirio enajenado
De las madrigueras de mí inocencia surgió una nueva frecuencia
Empecé a rondar por calles vacías, siempre insurgente con mi soledad consorte
Con la fuerza de los astros, llegaron las enseñanzas de la muerte
Mas allá de la superficie del destino, Tánatos fue mi maestro irreverente
Las respuestas de la vida brillaron en la lejanía
La honestidad fue mi única salida, la luz de una estrella que vi cuando amanecía
Las conversaciones de los árboles hablando en la neblina
Flores negras crecieron en el edén de mi sosiego
La música de serafines desafiantes, reconoció el instante, el tiempo perdido
Destruí los esquemas, las cadenas se fundieron en sueños clandestinos
Una tarde entraste en el castillo donde mi sombra solitaria, habitaba
Entonces, marginadas fueron las palabras que salieron de mi alma
La vida es una petición otorgada en el silencio de ángeles caídos
El viento no cesa de soplar tu nombre en el fluctuar de mis abismos

Santiago Salvador
2016