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viernes, 21 de julio de 2017

Laguna

En los páramos imaginados
Los sueños están profanados
En la profundidad del ser
Yace un lapso eterno
Laguna, famélica de palabras
En el fondo hay un tren
Fantasmas trenzan discordantes
Piedras de colores iluminan
Rayo de luna proyecta, interminable

En praderas aledañas
En una cueva de arañas
El rocío se esparce
Aguas cristalinas manifiestan
Astros estoicos en la aurora
El viento interpretando
Un eco espinoso
El relucir de un cristal, imponderable
Hondonada, afasia
Una voz confinada

Santiago Salvador
2017








domingo, 2 de julio de 2017

20th Century Women: Mike Mills (2016)



Cuando tenía 5 años, recuerdo haber escuchado(The Wall) sonando en el equipo de mis padres.
Desde niño tuve una rebeldía interna que creció en mí. En el jardín de infantes, después del recreo, me escondía detrás de unas casas de juegos. Inicié mi razonamiento a partir de esa rebeldía. Recuerdo la casa de mi infancia, teniendo mis primeras pesadillas. Descubrí mi sensibilidad aprendiendo a ver el mundo desde mi propia perspectiva. Aprendí a expresar mis sentimientos mediante acciones; no palabras. La comunicación con mi padre nunca fue muy buena. Me habría gustado decirle lo que sentía. Cuando él se fue me aislé completamente. Nunca supe lo que es la comunicación afectiva.

En sentido diacrónico, la comunicación que practicamos a través del tiempo es un músculo necesario de trabajar. La manera de comunicarnos con: familia, amigos, parejas, y la gente en general. Destruir la superficialidad del sistema, la indiferencia en la sociedad. Poder enfrentar nuestros sentimientos y resolver conflictos. Entrar en uno mismo, atreverse a buscar las respuestas en nuestro ser, es el primer paso hacia la verdad, más allá de la mente y el ego. Confrontar a las personas a veces, resulta incómodo, desagradable por el contrario, es preocuparse. La verdad puede venir de la mente, de la supuesta lógica sin embargo, también viene del corazón, del ser.

¿Por qué huimos de la verdad? la honestidad nos afecta, nos duele, nos enoja. Diferenciar entre ser pasivo y ser comunicativo (asertivo) marca la diferencia en nuestras relaciones instaurando solidez  y esencia. Las personas que nos rodean están aquí para compartir de forma profunda, afectiva, y trascendental. La vinculación con los demás implica un desafío constante, saber comunicarse. Nadie sabe lo que la otra persona siente y viceversa. Ser hombre; ser mujer conlleva un ángulo emocional dispar. Si no expresamos lo que sentimos estamos quemando nuestros pensamientos en el fuego del tiempo. Ser incomprendido es la nueva forma de relacionarse; el silencio, la soledad son formas de protección no obstante, son herramientas de impulso personal, indagando la verdad, estimándola siempre.

La dificultad de exteriorizar con las personas que queremos es difícil. La tecnología y las redes sociales han bloqueado nuestros sentimientos cada vez, hasta convertirnos en observadores de un mundo frío y hostil donde el testimonio es algo ambiguo, innecesario. Lo que guardamos se pierde en nuestro propio abismo, creando vacíos que llenamos con alcohol, drogas, comida, sexo, Internet. El silencio se torna en un mar que no podemos navegar. Nuestras historias personales ya no importan. Escuchar un consejo es cada vez más vacío y sistemático. Siendo así el mundo, ¿Cómo podremos apoyarnos los unos a los otros es este espejismo en el que vivimos?

Desaparecemos de la realidad, la sinceridad nos lastima. Pero la franqueza  es poder, es integridad personal, una luz en el abismo de este mundo. Con nuestras palabras podemos ayudar a los demás. Ser auténticos en especulación y revelación para ser un apoyo corpóreo para los demás. Dar una opinión de corazón o simplemente hablar con engreimiento. Dejar de engañarnos creyendo que la profundidad es de locos, pues la misma nos ayudará a rescatar las cosas más importantes en nuestra vida. Vivimos en un entorno poblado con distintas personalidades y perspectivas. Si nos comunicamos, destruyendo el miedo, crearemos un nuevo mundo afectivo entre nosotros. Podremos evolucionar como una sociedad, única y reflexiva.

Mike Mills, Berkeley California (1966) Nos introduce en esta película, la libertad, el amor y las relaciones afectivas en un enfoque sui géneris. La sonorización usada en las escenas hace que los diálogos tengan más resonancia en el espectador. Contar una historia con imágenes y sonidos no es fácil. Mills evoluciona la narración con una originalidad excepcional con diálogos intensos, híper directos, despertando la sensibilidad y la reflexión. Efectivamente, si meditamos con el corazón podremos ver que la vida sólo es una y vale la pena vivirla de manera orgánica, valiente y libre.

Director: Mike Mills
Guión: Mike Mills
Reparto: Annette Bening. Elle Fanning, Greta Gerwig, Billy Crudup, Lucas Jade Zumann


Santiago Salvador
2017