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domingo, 31 de julio de 2016

Zelda

En las entrañas de un bosque encantado, tus formas se crearon
La radiación de las las estrellas atrapadas entre el cielo y la tierra, la luz de tus ojos vislumbraron
Los vientos perdidos de los valles tu fuerza y tu paz forjaron
La niebla extraviada,  el mar lejano, procrearon tus acordes tan fuertes, reservados
Por tus venas fluyeron ríos de sueños nunca antes soñados
Escribiendo tu luz en el tiempo, los astros en sonetos plasmados
Tu ser descifró el enigma del universo, mi silencio fundió un crucifijo
Tu espada destruyó las quimeras espantosas de mi alma, la sustancia de mi inocencia desterrada
Traspasaste los castillos más profundos, encontraste tesoros brillantes, en pasadizos interminables
Sus gemas encendieron tu corazón en la eternidad  del tiempo incesante
Esta leyenda, una fábula sin razón ,el fuego engendrado en el corazón de un dragón
Tus flechas se fraguaron en visiones solitarias de oro y plata
Danzaste con ángeles en las cumbres de tus miedos, escarlata
Desperté envuelto en demonios, el final de un túnel donde pude amarte
Tus deseos impulsan los cometas esperando en vastas lejanias
Un aquelarre de dulzura se quema en el fuego de la sabiduría
Mientras duermes, el aroma de tu piel anima el cantar de las aves, los pensamientos de las hadas
En tu noche, aliada, te sumerges en el abismo insondable de la ciencia
Mi fantasía es una utopía, el devenir de mi vida sin tu presencia

Santiago Salvador
2016






sábado, 9 de julio de 2016

Lobo

La mordida de un lobo me devolvió el alma
Aves doradas, dialogando en las alturas deshabitadas
El solsticio descendió sobre mi ser andariego
Liberando mi corazón de piedra en el fuego
La sangre de la soledad palpita en la tierra
Flores rojas crecen bajo las estrellas
El sacrificio de un hombre en el crepúsculo hechizado
Profetas escondidos en las sombras de un humano
Los aullidos del silencio alteran la mueca de la luna
El amor es un fantasma esperando en mi guarida nocturna
Tu vacío llenó mis sueños de heridas y recuerdos
Ahora, voy incendiando la nostalgia con mis versos
Caminando por heladas interminables vi tu espíritu sonriendo
Soy un lobo, sobreviviente de mi  propia existencia
Enterré tu adiós en la nieve, honré la noche y su demencia
Una estrella fugaz cayó en el mar y naufragó tu ausencia

Santiago Salvador
2016