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miércoles, 25 de enero de 2017

El resplandor

El profeta enciende sus lirios
Bajo cuadros mágicos y libros
En galerías vacías depura el carácter del sol
El descenso repentino de un mirlo en la ventana de un corazón
Lumbre ceñida, refleja las palabras del silencio
La voz del tiempo, el único recuerdo
Calles hechizadas ululan en la madrugada
En la piedra crecen flores silvestres de lágrimas filtradas
Ocarinas que se perdieron en la niebla
Zagal esquivo, norma del enigma
Quebradas abandonadas, donde residen hadas iluminadas
Rieles empotrados sobre las aguas cristalinas
El caminar remoto de un nuevo día


Santiago Salvador
2017

lunes, 16 de enero de 2017

Jack Kerouac: On The Road (1957)




¿Qué hay adentro de un ser en realmente? Existe un alma, o simplemente somos un ser fisiológico animado. Los sentimientos nos dicen si las cosas están bien o mal. Cuando un dolor perdura, el efecto será transcendental. La soledad extiende sus sombras poderosas sobre la vida. La lucha con el aislamiento, las ganas de olvidar. La insensatez  que nadie conoce ni entiende realmente. La supuesta madurez, la tristeza ambigua. La arraigada añoranza de una conversación sin fin.

En una sociedad donde debes sentir lo que todos sienten. Pensar lo que todos piensan. Descalificándose por tener dolor o sufrimiento. Soledad o abundancia. Te tildan de negativo si eres verdadero. Ya nadie quiere ser real, el sistema ha insertado sus cables por nuestras arterias, anulándolos. Ya nadie se acerca  a nadie, nos enseñaron a ser infames, nos dijeron que está bien ser así. La vida es muy dura, el dolor es materia prima para crear algo. ¿Qué ser habita dentro de cada persona?

 El tiempo es intricado. La forma como fluctúa en nuestra subjetividad. Aparentemente, todo ha sido pensado, descifrado, inventado sin embargo, estamos en el infinito, sin poder divisar el más allá. El pensamiento cambia con el tiempo. Los sentimientos perduran en el vacío. El espacio es el devenir de siglos de historia, plasmados en la  posmodernidad hiperbólica que vivimos. Sabemos de dónde venimos sin embargo, no sabemos a dónde vamos. Adoptamos posturas  occidentales, obviamos lo ancestral, tan relevante. La sensibilidad que no hemos podido sobrellevar.

¿Por qué  vivir la vida como los demás, siguiendo un esquema?  Tengo mis sueños, mi dolor, mi locura tan valiosa para este mundo. La frustración, y la alegría de seguir viviendo. El verdadero amor está perdido en el vacío del tiempo. La tecnología espejo de nuestra esencia. La comunicación se torna en silencio .Somos egoístas porque el sistema nos exige competir. Nos cuesta dar, todo tiene su precio. La humanidad desaparece en un abismo de sosiego.

La amistad existe fuera de uno mismo. No nos importa lastimar, ser lastimados. Las ciencias nos han instruido, vivir la vida de cierta forma .Todo lo que la mente ha adoptado para bien o mal se proyecta. ¿Podremos dar lo que tenemos dentro, sin ser juzgados por una sociedad deshabitada en humanidad? El bien y el mal oscilando dentro. La semilla de la vida sembrada en el corazón. Sin poder escucharnos ni ver quiénes somos realmente. Nadando en el abismo. El cosmos permanece menguante, brillante. Somos el reflejo del entorno en que vivimos. Inquina de la verdad.  Callamos las injusticias contamos las mentiras. Seguimos emergiendo en el vasto universo y sus luces lejanas.

Jack Kerouac, 12 de marzo de 1922, ( Lowell Massachusetts). Pionero de "La Generación Beat", Nos narra en su prosa abierta,una disyuntiva de la monotonía y la desesperanza. Viajando puedes cambiar el país y su gente. Explorando las ciudades, su luz, sus sombras. Peregrinar lejos, encontrar la verdad en el mundo. El entorno cultural, desterrado en el olvido histórico. La naturaleza  desconcertante purga el alma con luz y surge el raciocinio subconsciente. Calles vacías donde sopla el viento. Paredes de ladrillo, rutas de piedra. La religión arraigada entre las laderas. La física, social de conocer, experimentar, otra vida. Escapar de todo, de uno mismo. La noche llega intensa, negra sobre las piedras de la carretera. Sus nubes hechizadas guardan,en las alturas, picos arcaicos, inamovibles. El descenso de un tren fantasma se escucha impío en la atmósfera milenaria.


Santiago Salvador
2017