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viernes, 27 de diciembre de 2019

Los confines del hielo


Los límites de la oscuridad,
la defensa de un abismo fatal
enjambres de avispas mortíferas,
¿Piensas que no te busqué en el tiempo?

en el vacío final de la tarde
las últimas luces son promesas
el color del sentimiento es violeta
los días transcurren, sin evidencia

un invierno gélido, sempiterno
el nido del mirlo en un bosque negro
lluvias incesantes crean riachuelos;
los mitos, sombras y espectros

entre el sueño y la vigilia;
está presente el universo 
el corazón aún late; los himnos
fríos y lánguidos de los amantes



Santiago Salvador
2019



domingo, 10 de noviembre de 2019

Mutación astral


Sueños mancillados
sendas que descienden en
cordilleras insondables

espectros y personas
disyuntiva hechizada;
despertares en pantanos

las luces del alba,
un lugar donde vas,
páramos y acantilados

flores fulgentes
iluminan, tú cuerpo
en sombras inertes

ecos de tú voz,
negrura circundante,
en ciénagas de sangre

el hielo de cerros y
montañas se vierte
en tus lágrimas..

Santiago Salvador
2019


domingo, 27 de octubre de 2019

Aparición otoñal

Se oyen voces en
el abismo, en grutas
de piedra y opacos
nidos de lechuzas

bruma fantasma,
ciclópea y hedionda
desciende hacia el río;
sola escribes en el vacío

luz distante se diluye  
en las fauces del páramo, 
el olor de la melancolía 
en cavernas inciertas

canto de aves mágicas, 
repican un amanecer
pretérito; fosas de sangre
subyacen en silencio

¡He sido ciencia!
¡He sido sombra!
¡He sido el hielo!
¡He sido tierra!

laguna desalmada;
corazones que no
pueden invernar: una
estrella en la oquedad


Santiago Salvador
2019



sábado, 19 de octubre de 2019

Metis

El destino es el fuego
del bien y del mal,
arriba en el cielo
vuela un serafín, silbando
la decrépita realidad

recuerdos de un sueño,
un amanecer invernal:
botellas vacías, balada
de un espejismo lunar

negro y frío ventanal,
refleja tus ojos: un
mensaje, lejano y astral
: luz de la creación universal

miradas en calles quemadas
pensamientos, palabras que
sangran del alma, entre
la eternidad y la entelequia


Santiago Salvador
 2019








domingo, 8 de septiembre de 2019

Páramo ulterior

El páramo escoriado
se estrella en mi ser,
caña, polvo, viento
y el eterno anochecer.

en las paredes del tiempo,
hiedras verdes cuelgan en
laderas siniestras, se oyen
murmullos en las piedras.

caminos horadados,
derroteros hechizados,
cerros, cuevas, mesetas,
y jardines retorcidos

contemplo mi libertad
en la distancia vacía;
yace una puerta que
preside: un altar espacial

el horizonte brilla en
su ultima luz, bosques
abandonados, picos
negros ensangrentados.

Santiago Salvador
2019











lunes, 5 de agosto de 2019

Corazón lejano

He visto a la muerte
llevarse a tanta gente
lamentos ensalmados
simulando lo inhumano

Noches en vela,
sintiendo un frío y
sonidos de fenómenos
que salen del estío

¡Coágulos de palabras!
Bosque iluminado por
un blanco espectro
asfixiándose en espasmos

cloacas deshabitadas,
túneles fantasmas
árboles deformes
proclaman añoranza

piedras de montañas se
derraman en la atmósfera
se escuchan voces anormales
indelebles y agudas.

océano colosal se abre negro
bajo nubes toxicas de la tarde
colores astrales, cercanos: la
divinidad de un corazón amortajado.


Santiago Salvador
2019











domingo, 21 de julio de 2019

Fábula negra


Diagnosticar lo inexistente,
nefastas ruinas de
una casa hechizada 
vastos escritos execrables
libros mágicos, fétidos

Apostasía de un  mirlo viejo
una tarde caminaste por
el parque, reflejando un
instante en hojas y represas
propagadas de sangre

Hogueras encendidas en
un averno congelado
leyendas incomprensibles
la norma dialéctica 
del ser humano

-Santiago Salvador
  2019






domingo, 14 de julio de 2019

Aparición nocturna


Las visiones cotidianas
son los ecos de mis pesadillas
seres nocturnos buscando un túnel en
la confusión de estructuras urbanas

en el viento, grita un corazón
mordido por el lobo de la soledad
el dolor es el nido del pensamiento
que reside en el alma.

sueños atrofiados; sonidos que
se pierden en vericuetos desolados
las aves cantan enajenadas
luz malva refleja la madrugada

Santiago Salvador
2019

miércoles, 19 de junio de 2019

Aspectos de eternidad


La flor de un sueño infernal,
el tiempo: la realidad,
la desaparición del mar;
es la venganza astral.

La bruma decadente esconde,
los días en donde espera
el nunca jamás:
la críptica sociedad..

Tus ojos se encenderán.
¡Los mirlos enloquecerán!
Dios irradiará en una
luna roja; el azar.

Amanecer de serpientes,
en el estío descomunal,
formas de ángeles se
desangran en la ciudad. 

El último pájaro canta
en su jaula de cristal,
el cosmos se esparce, un
sábado desolado y universal.

2019-6







sábado, 18 de mayo de 2019

Luz lateral



“I felt that I breathed an atmosphere of sorrow.” 
―  Edgar Allan Poe


Más allá de las frías montañas. Al borde de la humanidad, se filtran historias innombrables. Se abren rosetones de sucesos cotidianos que permanecen subyugantes. Sobre el mundo terrenal se escucha un bramido astral profundo y espeluznante. Son las quimeras arraigadas del pasado. Sueños, pensamientos y visiones; un remolino han forjado. Extrañas influencias infiltradas en el umbral de la naturaleza. La desesperanza humana pululando. Encuentros distorsionados sin razón alguna.

Los sucesos que narraré ocurrieron hace mucho tiempo, en la primavera de 1985. Entre aguaceros y espasmos de sol intenso que se alternaban sobre la ciudad.
Pasaba las tardes frías de mayo haciendo mi jornada en un hospital de Quito.
Mi oficio consistía en hacer la limpieza de todo el edificio, incluyendo el tanatorio que quedaba en el piso subterráneo. Era un lugar muy obscuro, aislado y fétido.Los doctores le llamaban “el otro mundo”.

Noches enteras limpiando la sangre del piso. Los coágulos de plasma impregnados entre las paredes; debido a las autopsias mórbidas y constantes. Dejando el hospital una noche, me trasladaba hacia mi hogar, en el centro de la ciudad.Sucedió algo muy extraño; entré en un ensueño nocturno muy peculiar. Mientras terminaba el turno de limpieza; me disponía a apagar las luces. Escuché gritos y lamentos pendencieros que salían en un miasma, de las paredes del tanatorio. Sus llantos emitían un eco agudo y sonoro, de ambigua tristeza y resentimiento.

La respiración del páramo contaminaba la atmósfera exterior en una densa niebla.
El tránsito mecánico sucumbía en las arterias imbuidas de sombras. El cielo, estaba completamente cerrado por nubes rojas, que resguardaban los secretos de un invierno eterno. Caminé hacia la terminal aledaña y esperé paciente para poder cruzar la calle. Cuando el semáforo cambió ingresé con holgura a la parada de buses donde se desplazaban: niños, mujeres, hombres, discapacitados, estudiantes, oficinistas, obreros, empleados; personas mentales; junto con otras almas inusuales.

Al entrar a la estación pude ver que un ciego caminaba, apoyándose de su bastón para poder subir al bus que pronto cerraría sus puertas. Entonces subí por la puerta aledaña para alcanzar el transporte oportunamente.  El bus iba lleno de pasajeros aturdidos y exhaustos; esperanzados por llegar a sus respectivos lugares de descanso.
Encontré un puesto junto a unos estudiantes que conversaban en voz alta.

Oye José,  ¿pudiste resolver el problema de álgebra de la profe?
¡De qué me hablas!, ni loco, estuve concentrado en la luz lateral que entraba por la ventana.
 Se proyectaba en partículas de polvo que bailaban por el aire y sabes, pensé en mi propia mortalidad, en mí efímera existencia.Respondió.

El transporte avanzaba por la oscuridad en un lapso de completa incertidumbre. Iba mirando la avenida. El concreto progresivo creaba un presagio gris en el tiempo.
De repente sentí una presencia muy pesada detrás de mí. Era una silueta solitaria, lóbrega que apareció entre la multitud. Pude sentir una sensación de curiosidad seguida de asombro; hacia este personaje enigmático de energía femenina.


Se acomodó en el centro del bus mientras avanzaba inerte por la noche. Giré la cabeza lento y mire hacia atrás. Intentaba de precisar la presencia de este ser que despertaba sentimientos de compasión y desprecio al mismo tiempo. Era una mujer de mediana edad. Tenía la figura de un ángel medieval. Sus cabellos eran de oro, largos y rizados como las ramas de un sauce mágico. Sus ojos eran dos joyas verdes que se reflejaban en una desesperanza imposible de comprender.

Su rostro, tierno y delicado trajo a mí mente la imagen de la pintura renacentista,
“La Virgen de la rueca”. La impresión que tuve de aquélla imagen, dentro del transporte público fue muy intrigante. Retiré mi mirada; en una décima de segundo regresé a ver una vez más. Observé sus ojos colmados en lágrimas. Percibí un silencio denso en el interior del bus. Fue cuando pude comprender un profundo y aberrante misterio.

La imagen que presencié intermitente durante algunos segundos: representaba la visión de un pasado no muy lejano. Sus ojos estaban anonadados en pesares. Resplandecían con extrema confusión y sentimiento. Recibí un lamento sordo, penetrante como la voz del mar. La reacción hizo que mi mente se ofuscara en un espasmo execrable. No pude controlar más mi incertidumbre.
Al observar por última vez; la mujer había desaparecido.

 Nunca antes había experimentado un fenómeno parecido. La imagen estremecedora que contemplé ante mí, ¡no era real! Había intentado manifestar algo. En ese preciso instante, no supe cómo reaccionar. Permanecí completamente paralizado. Al volver en razón escuché en mis oídos, claramente el sonido hondo, de un vasto océano que se estremecía en algún lugar del universo.

Fue mórbida sorpresa, seguida de un espasmo de horror sobrehumano. Una mujer llena de belleza- espectral seguramente de otra dimensión, había hecho su aparición. Su rostro se  mostraba angelical, su talante como un jardín de colores.Fui presa de un auténtico espanto seguido de un escalofrió muy intenso.Concentré la mirada por la ventana hacia la infinita noche.Con desesperación volví a ver, no había nadie.
La sensación que permaneció en mi fue de una atracción muy fuerte, desconcertándome de manera abismal. Formulando enseguida, todo tipo de suposiciones endemoniadas y fantásticas. Absolutamente nadie había notado su presencia; ni escuchado el sonido profuso del mar. No supe lo que pasó; ni lo que iba a suceder.


Sin duda, me había relacionado con un fenómeno despreciable y sobrenatural.
El momento que observé aquel espectro tan perdurable y amedrentador. Desde que pude ver su presencia furtiva y demencial. Hasta desaparecer sin dejar rastro alguno en el espacio nocturno. Únicamente yo había sido el testigo de esa visión, ilusoria y melancólica. Usurpando sosiego entre las fauces de un mundo asolado.¿Por qué me había escogido a mí?

Ahora, después de tantos años de ese deleznable suceso, en un bus de esta ciudad. Mientras limpio las paredes del tanatorio desmedrado y embovedado del hospital. Todavía puedo sentir la sensación infinita, casi real; emanando de un océano ulterior. Nunca podré olvidarme del sonido que se desvaneció esa noche con la sombra de esa misteriosa muchacha. El sonido mermado de un fantasma.





Santiago Salvador
2019

domingo, 12 de mayo de 2019

Psique solar

Corazones muertos
en criptas fétidas,
sufrimientos, en cisternas
de tormentos y cadenas.

Eterna ficción en el
núcleo del olvido.
¡Visión sideral en
lejanías de tú abismo!

La voz del verbo
cósmico en el vacío,
galerías de ciudad,
en piedras infinitas.

Origen y sombra,
mundo temporal,
mutación mental,
pasadizo de libros.

Santiago Salvador
2019



sábado, 4 de mayo de 2019

Secta espacial

Ser anacrónico
entre la luz y la oscuridad,
hace mucho tiempo, el viento
recurrió del silencio sideral.

Ojos primogénitos.
batalla erial, entre las
tropas negras de la realidad.

Estanque de rosas errantes.
tinta negra escrita en la aurora.



Santiago Salvador
2019






domingo, 17 de marzo de 2019

Capac Urcu

El sol perece inerme
sobre el mundo artificial,
en órbitas lejanas; se vierten
vastos sueños en un manantial.

Riachuelo paulatino fluye por
abismos hacia cuevas insondables.
¡Augusta montaña de hielo!
cumbres y siluetas ancestrales.

Ritual sobrenatural deslinda
nubes escarlata en espejismos,
un espejo arcaico refleja rostros
antiguos de astros milenarios.

Espinas de flores mortíferas
designan ilusiones, enigmas y llovizna,
la noche discurre entre niebla
de sangre, espectros y expresiones
huidizas.


Santiago Salvador
2019







sábado, 16 de febrero de 2019

Las voces de las sombras


Desconectar el mundo
en un sueño,
dudosa reputación,
ladera helada y sempiterna.

Sembradíos de rencores
y despiadadas penas,
silba el viento nefando,
entre las piedras.

Imagen oscura invoca
gotas de lluvia empírea,
ciempiés de siluetas
circulan en la fosca impía.

Santiago Salvador
2019

viernes, 8 de febrero de 2019

El oráculo de los sueños

La máquina infausta
corre por mis venas,
soñar; cristalizar el
tiempo en perlas.

El camino desvela
luces y amaneceres,
vivir en un cielo
dentro de la muerte.

Un mundo irreal;
escape hacia el corazón,
alusiones que nunca
regresaron.

El péndulo de tú mirada, desgarra
en la sustancia; un mar de sangre,
yermo de soledad entre
 ciudades interminables.

Santiago Salvador
2019









martes, 1 de enero de 2019

Noche de sombras


El martirio, la nostalgia
de un pueblo de piedra;
rugiendo cantares de rebeldía.

Sueños viejos habitan 
en bóvedas lejanas,
la tierra y el cielo crearon
ríos de sangre y montañas.

¡La tirria, la tristeza; la belleza!
elixir vaporoso transpirando
bajo florestas y parajes.

Te vi leyendo libros negros,
un cielo rojo se cierne sobre
el mundo y su averno.

Tumores nocturnos;
hieden a libertad,
señales de radio
se oyen desfiguradas.


Santiago Salvador
2019