Pasamos los días trabajando como robots, sistematizando
el esfuerzo y el placer. La perspectiva de la vida se vuelve fría, fuera de foco. ¿A donde
se van nuestros sueños y esperanzas? ¿Acaso la monotonía de la vida se come los
afectos, la fe, la lealtad, la benevolencia; nuestros sentimientos más profundos hacia los otros, y a nosotros mismos?
Cada día de nuestras vidas la cotidianidad hace
que la humanidad verdadera de las personas, sus sentimientos y valores ontológicos
se pierdan y transmuten por valores erróneos como el egoísmo, la tristeza, la
codicia, la desesperanza y por último la maldad. El dinero, se ha vuelto el valor principal de la sociedad. Sin duda, hace que el mundo gire sobre un eje
ambiguo e inestable de ansiedad, incertidumbre y descontrol emocional.
El amor es un sentimiento que cada vez más ha ido
perdiendo su fuerza y credulidad dentro de las sociedades cambiantes, superficiales en
las que habita el ser humano. Saturados de tecnología, de valores
progresistas, confundiendo lo humano con lo político, hemos arrojado los valores
y afecciones más importantes, a un pozo sin fondo.
Familias desunidas, matrimonios fallidos, relaciones efímeras e incompatibles.
Pasan los años y seguimos en lo mismo, tropezamos con la misma piedra, y
volvemos a fallar, caemos al abismo de la soledad y la miseria.
El amor en toda su esencia y expresión es la redención de la
humanidad. En su núcleo podemos encontrar vida pura, fuerza, compasión, solidaridad y
lealtad. El mundo debe cambiar su dirección, la búsqueda perdida hacia , el éxito efímero y material, una ilusión analógica e irrisoria. El amor es real, se
lo puede sentir como una llama azul ardiendo dentro del alma. Es el último
recurso en este mundo sin escrúpulos, lleno de estereotipos, de maldad, y de conformidad. Es una fuerza extraña tan humana, tan antigua como el universo y el espacio eterno.
¿Porqué no podemos alcanzarlo? Lo único que debemos
hacer es sentir, escuchar las respuestas dentro del alma. La humanidad se está
perdiendo en un mar negro de voracidad y egocentrismo.
Algún día el amor será el recurso más preciado, más allá
del petróleo y el agua. Intensifiquemos
su creación constantemente, luchemos por el amor de los demás y de
nosotros mismos, antes de que sea muy tarde, siempre ha estado ahí y siempre estará.
John Fante, 8 de
Abril de 1909, Denver Colorado. Nos presenta un clásico infalible en la
lectura del lector empedernido y sensible. ¿Cuál es el propósito del ser humano
en este mundo? La ciudad donde nacimos nos vio crecer, nos ve triunfar, nos ve
caer, nos ve vivir, nos ve sufrir y nos ve morir; pero también nos ve amar, nos
ve reír y nos ve llorar. Un escritor que no pasa de ser un pobre diablo y su
historia de amor por una mujer de otra raza e idiosincrasia, contestará todas
las preguntas que el viento se llevó, acerca del amor y la vida.
Santiago Salvador
2015
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