La adolescencia enterrada en la mente. La libertad individual extraída entre aparentes estudios y cánones académicos. La educación su estatus moral, social y cultural. Venimos aprendiendo la sumisión del sistema
durante años empero, es preciso orientarnos. El procedimiento educativo es un mecanismo que ha trastornado el pensamiento efímero
de la humanidad. Se nos ha inculcado una formación académica desde temprana
edad. No obstante, invertir el tiempo en una educación significa disolver la adolescencia es decir, la época de soñar, de ser libres.
El estudio no es necesariamente el
desarrollo de un conocimiento legítimo. El proceder que ha devenido en los seres humanos en una
sociedad donde el dinero y el valor material polarizan la visión del mundo
real. Nacimos para ser impuestos de
valores sociales predispuestos. Quizás, prepararse de forma autodidacta sería
una nueva forma de ver el mundo. Hay una diferencia entre desarrollar
inteligencia académica y fomentar inteligencia autónoma. Emancipar comportamientos y formas de pensar reticentes que nos han cegado frente a una realidad dilapidada.
Obviamente estoy cuestionando al sistema educativo. Existen argumentos; existen palabrerías. Leer y conocer es una interacción
sublime con el conocimiento. Hurgar en las sombras verdaderas de un mundo
desconocido para el ser humano. Podemos
cultivar nuestras almas con otros valores sociales, que no vengan del sistema
educativo. Obtener una visión inédita con respecto al aprendizaje es necesario. Desenvolverse intelectualmente de manera independiente es algo muy distinto a seguir el modelo de educación
tradicional.
Los prejuicios que han surgido de estos estandartes
sociales ilusorios, son excesivos. En un mundo
cambiante y sistemático, existen valores y sentimientos que hemos ocultado. Seguir el ritmo del mundo no es seguir el ritmo de uno mismo. Cada
ser humano es distinto. El sistema absorbe muchas vidas y personalidades. Es preferible encerrar a
un individuo; en vez de liberarlo. El prodigio y el genio individual es un tema de experiencia y metafísica básico sin embargo, silenciado al ser humano.
La presión de nuestros padres, la opresión del sistema educativo. El devenir del tiempo todavía no ha sido olvidado. El desarrollo
social es una cosa, la evolución individual es otra. Cada individuo deberá evolucionar por natura. Esfuerzo y dedicación para el bienestar individual
sin caer en espejismos de sociedad caduca. Disfrutar de la vida es importante.
Cada instante es digno de admiración. El hecho de vivir es aprendizaje continuo. La vida es más que todo lo que hacemos, leemos y vivimos. La vida es la vida.
Hermann Karl Hesse, 2 de julio 1877 Calw , Alemania. El amor
por la naturaleza, su importancia siempre fue valorada y conservada por los escritores románticos.
En esta obra el autor hace énfasis en la libertad individual, la niñez, la
adolescencia y la naturaleza. Hesse, cuestiona el sistema educativo en esta novela disidente, durante un siglo colmado de cambios sociales y
culturales. La revolución industrial constantemente a flote, su resultado recalcitrante en la humanidad. Escuchando en el tiempo podremos proyectar los problemas existenciales e individuales velados en uno mismo y en los demás.
2018
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