Fantasmas leprosos, académicos muertos
Espacios vacíos, una mirada inconexa
Luz urbana, escondida catedral
Mirlo perturbado imaginando el manantial
Santos, en efigies
humanas observan
Los pecados impregnados en callejuelas
La oscuridad reposa bajo la luna
Paredes blasfemas en noches revueltas
Sombras de ángeles silenciosos, escuchando los rezos
Almas desmedradas filtrándose hacia el eterno sacramento
Las luces más brillantes se encienden entre sucesos
El mundo y sus designios efímeros y eternos.
Santiago Salvador
2016
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