El mar te habla al oído
El fiel, el tenaz
El que escribe en la oscuridad
Hálito de mis sueños
Hálito de mis sueños
Dios te dio juventud eterna
Te sigo soñando no puedo tocarte
Atardeceres de
lluvias
Las épocas transitan en ciclos
Tus ojos me siguen, cristal etéreo
Ser celestial que nació de la luz
La tormenta de la vida sintoniza el
equilibrio
El vapor del alba te baña en visiones
El sol se derrama en el silencio de tu hogar
Luz purpura oprimida en tu galaxia interna
Mis versos son astros que brillan en tu cristal
Al amanecer soy un árbol sin palabras, sin sueños
Tu bruma se
esparce en mis días
Los edificios ignoran el sonido de tu voz
Los profetas de la soledad somos tú y yo
Tus palabras encienden las velas de un altar
El viento me cuenta tus mundos de luz y plata
Tu amor, luz roja
entre luces de ciudad
Hace tanto tiempo, entré en los abismos del tiempo, a buscarte
En mis sueños, una niña, corriendo hacia la mar
La madrugada, sus luces, iluminan el cielo del invierno
La madrugada, sus luces, iluminan el cielo del invierno
Santiago Salvador
2016
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