El final de una relación que ha durado años. El punto de
quiebre final, el devenir, de una relación.
Una noche después de mucho tiempo recibes una llamada,
contestas, al otro lado del teléfono nadie habla, escuchas el silencio, luego
cuelgan.
Los objetos materiales que quedan: los muebles, una silla
de lectura, los juguetes, el vacío de un espacio y una convivencia. ¿Hasta qué
extremos puede llegar una relación; cuál es su punto de
quiebre? Los
problemas, varios que destruyen a una relación, los hechos, sucesos, y circunstancias,
que hacen, que una relación de pareja, no
aguante más y se quiebre, en dos partes.
El proceso de separación. Sólo tenemos un corazón ¿cómo
lo cuidamos?
Entre la mutación se crea un espacio, una distancia inevitable
inalterable, un refugio marcado y lleno de espinas.
Una relación de
pareja, siempre será compleja, la flexibilidad y comprensión pueden ser pilares
de algo sólido, más aún, la corriente de la vida puede romper esos pilares, sin
saber lo que pasó.
El desgaste, humano que conlleva convivir y trascender
junto con una persona, en el tiempo.
Las amistades; un refugio, lleno de momentos, de
conflictos, honestos y asertivos, la apertura para compartir nuestros problemas,
el dolor, de una manera honesta y abierta.
Todos tenemos experiencias, además de historias
distintas, que contar.
Es importante
escuchar, con sinceridad, y hablar con transparencia y profundidad.
El refugio, de los amigos es necesario.
La soledad y la distancia, es el fuerte , la torre
blindada entre las nubes azules de la gente.
Aparte de los
amigos, esta nuestro entorno exterior, las relaciones de trabajo, en lo
cotidiano; la relación siempre transcendental con la familia.
Estar herido y cerrado, las actitudes que crea el dolor,
para con los otros.
La gran pregunta. ¿Que hacemos cuando realmente amamos a una
persona, cual sea su género?
Al contrario de encerrarnos, quizá abrirnos, comunicar los
sentimientos, nos acercaría de una manera distinta.
Pensamientos y valores que se crean durante una relación,
tal vez el amor es como una guerra, donde todo es admisible, mutable, aceptable,
pero intolerable, ¿Hasta qué punto?
Nuestros actos y expresiones, bajo la sombra del dolor,
son reivindicados.
La mente y sus voces, que salen de películas quiméricas,
creadas bajo el lente del sufrimiento, después de perder a alguien.
Buscar un consejo, de un padre, quizá cambiaría la
perspectiva en un giro mas asertivo.
Nuestros proyectos personales, en consecuencia, las
relaciones espontaneas que tenemos con otras personas, también hace la
diferencia. A la larga, la vida es un solo cuadro, y somos actores en el tiempo.
Todo el contexto de vidas y circunstancias externas, que
es la vida, en relación con el mundo y las personas que lo habitan.
Días, horas, noches y años enteros, que pasamos pensando
en esa persona, un hechizo iluminado bajo la luz de la luna.
El amor es una luz en la oscuridad, pretender estar bien,
ser fuerte y salir con las heridas grandes que trae su vacío. En el centro del
alma, la tormenta es de colores eléctricos que electrocutan los sentidos.
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